Exámenes de detección
Infecciones de transmisión sexual (STI)
Hombres que tienen relaciones sexuales solo con mujeres: puedes considerar hacerte un examen de detección de clamidia, gonorrea y sífilis si tienes relaciones sexuales sin protección, tienes múltiples parejas o tienes una nueva pareja y no conoces su estado de salud, incluso si no tiene ningún síntoma.
Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres: si eres sexualmente activo, debes hacerte una prueba de detección de clamidia, gonorrea y sífilis al menos una vez al año, independientemente del uso del condón. Dependiendo del tipo de relaciones sexuales que tengas, podrías tener infecciones por clamidia y gonorrea no solo en tus genitales, sino también en tu trasero/ano o garganta. Es posible que necesites exámenes de detección adicionales para encontrar estas infecciones, incluidos hisopados anales o de garganta. Debes hacerte la prueba cada 3 a 6 meses si tienes relaciones sexuales sin protección, has tenido una ITS o tienes una pareja que la tiene, tienes parejas múltiples, usas drogas ilícitas o tienes una pareja que participa en cualquiera de estos comportamientos.
Prueba del VIH
Hombres que tienen relaciones sexuales solo con mujeres: debes hacerte la prueba del VIH al menos una vez como parte de tu atención médica de rutina, incluso si no has tenido relaciones sexuales. Debes hacerte la prueba al menos una vez al año si tienes relaciones sexuales sin protección, has tenido una ITS o tienes una pareja que ha tenido una ITS, tienes parejas múltiples, compartes equipo de inyección de drogas (incluidas agujas o jeringas) o tienes una pareja que participa de cualquiera de estos comportamientos.
Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres: Debes hacerte la prueba del VIH al menos una vez al año. Debes hacerte la prueba cada 3 a 6 meses si tienes relaciones sexuales sin protección, tienes múltiples parejas, usas drogas ilícitas, compartes equipo de inyección de drogas (incluidas agujas o jeringas) o tienes una pareja que participa de cualquiera de estos comportamientos.
Examen de detección de hepatitis B
Se recomiendan exámenes de detección periódicos de hepatitis B para todos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y para aquellos que comparten equipo de inyección de drogas (incluidas agujas o jeringas), especialmente si no han sido vacunados.
Para todos los demás casos, debes hacerte la prueba si tienes un mayor riesgo, es decir, si tienes relaciones sexuales sin protección, has tenido una ITS o tienes una pareja que ha tenido una ITS, tienes parejas múltiples, compartes equipo de inyección de drogas (incluidas agujas o jeringas) o tienes una pareja que participa de cualquiera de estos comportamientos.
Si tienes una pareja o un familiar que tiene hepatitis B, tienes parejas múltiples o has tenido una ITS, también debes hacerte una prueba de detección. Otros que deben ser evaluados incluyen aquellos que nacieron en un país donde la infección por hepatitis B es común (Asia, África, las islas del Pacífico, partes de América del Sur) o que nacieron en los Estados Unidos de padres de uno de esos países.
La hepatitis B es un virus que ataca al hígado. Se transmite a través de los fluidos corporales infectados, incluida la sangre y el semen. La infección puede ser aguda (a corto plazo) o crónica (a largo plazo). Es posible que las personas con hepatitis B no se vean ni se sientan enfermas, pero aun así pueden infectar a otras. La infección crónica por hepatitis B a menudo se puede tratar, pero no curar.
Para obtener más información, visita cdc.gov/hepatitis/hbv/index.htm.
Examen de detección de hepatitis C
Las personas de entre 18 y 79 años deben someterse a una prueba de detección de hepatitis C.
Muchos "baby boomers" tienen hepatitis C y no lo saben. Es posible que hayan tenido comportamientos de riesgo o hayan recibido una transfusión de sangre o un trasplante de órganos antes de que se estableciera la detección nacional del virus.
La mayoría de las personas se infectan con hepatitis C al compartir equipos de inyección de drogas, incluidas agujas o jeringas. Si te inyectas drogas ilegales, debes someterse a pruebas periódicas de detección de hepatitis C. También debes hacerlo si has estado en prisión, tienes VIH o alguna vez te has inyectado drogas ilegales.
El riesgo de contraer hepatitis C por tener relaciones sexuales sin protección es bajo, pero aún es posible. Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y tienen parejas múltiples o practican relaciones sexuales de forma brusca sin protección (específicamente sexo que puede resultar en sangrado) tienen un mayor riesgo.
La hepatitis C es un virus que ataca al hígado. Puede causar una enfermedad grave y daño hepático permanente. Sin embargo, a menudo se puede curar, especialmente si la infección se detecta a tiempo. Para obtener más información, visita cdc.gov/hepatitis/hcv/index.htm.
Herpes genital
El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) muy común. De hecho, más de una de cada seis personas (de 14 a 49 años) la padece actualmente. Puedes contraer herpes genital durante el sexo anal, oral o vaginal, o por contacto de piel a piel en el área genital con una pareja infectada. Si tienes herpes en la boca, puedes contagiarlo a los genitales de tu pareja durante el sexo oral.
El herpes genital es causado por dos virus diferentes: HSV-1 y HSV-2. La mayoría de las personas con herpes genital no presentan síntomas o presentan síntomas muy leves. Y muchas no saben que están infectadas. Si tienes síntomas, el herpes a menudo aparece como ampollas o llagas en o alrededor de tus genitales, recto o boca. Por lo general, a medida que pasa el tiempo, las personas tienen menos brotes, que son más breves y leves.
No se recomienda la detección de rutina del herpes genital. Sin embargo, se recomiendan las pruebas para las personas:
- Que tienen síntomas genitales
- Que tienen (o han tenido) una pareja sexual con herpes genital
- Que desean un examen completo de ITS, especialmente si han tenido múltiples parejas sexuales
Un proveedor de atención médica puede diagnosticar el herpes 1) simplemente observando tus síntomas, 2) tomando una muestra de una llaga y analizándola, y 3) haciendo un análisis de sangre. Habla con tu proveedor de atención médica sobre lo que te recomienda.
Si bien no existe cura para el herpes, existen medicamentos efectivos que pueden prevenir y acortar los brotes y reducir el riesgo de contagiarlo a tu(s) pareja(s). Si evitas las relaciones sexuales durante los brotes y usas condones o protectores dentales cada vez que tienes relaciones sexuales, también puedes reducir el riesgo.
Violencia de pareja
Si tu pareja abusa de ti sexual, verbal o físicamente, o te obliga a hacer cosas en contra de tu voluntad, habla con un proveedor de atención médica o un profesional de salud mental. Puede derivarte a un programa o profesional de salud mental que pueda ayudarte. Love is Respect (loveisrespect.org) y la Línea Nacional sobre Violencia Doméstica (thehotline.org) también tienen recursos, líneas telefónicas y soporte por chat en línea para ayudar.